sábado, 1 de septiembre de 2012

Dolores de hombro: ¿cómo prevenirlos?


imagen aportada al post por Bianco&Funicci
La tendinitis del hombro suele ser una compañera habitual de los jugadores de pádel y, por ello, es importante que éstos conozcan cómo evitarlos con buenas prácticas en la pista. La fisioterapeuta y osteópata Mariló Muñoz(osteopatiam.m@gmail.com) nos da en este artículo las pautas para prevenir las molestias y el tratamiento necesario cuando el jugador ya está lesionado. 

¿QUÉ ES?
Una inflamación de los tendones insertados en la articulación del hombro que suele aparecer por un sobreuso de la musculatura. La más frecuente de las tendinitis en el pádel es la del “manguito de los rotadores”, responsables del armado del brazo (elevación del brazo por encima del hombro).
Surge a consecuencia de un desequilibrio en los rotadores externos (supraespinoso, infraespinoso, redondo menor) respecto de los rotadores internos (subescapular, pectoral), siendo estos últimos mucho más potentes que los anteriores. De este modo, existe un elevado riesgo de lesión de los rotadores externos, por la imposibilidad de controlar la articulación del hombro ante la gran energía generada en determinados golpes del pádel.
PRIMEROS SÍNTOMAS
Las primeras molestias se sitúan en la parte superior y externa del hombro, durante la práctica del padel y, más tarde, estas molestias se convierten en dolor incluso en las actividades de la vida diaria. Finalmente está presente de forma continua, incluso en reposo y durmiendo. Este dolor puede llegar a limitar algunos movimientos en el hombro (elevación y rotaciones), acompañado de pérdida de fuerza y, por tanto, impotencia funcional.
¿POR QUÉ ES FRECUENTE EN EL PÁDEL?
Es frecuente en los jugadores de pádel debido al aumento demasiado rápido en el nivel de la actividad o en sesiones de entrenamiento de larga duración, sin los descansos oportunos.
También puede producirse por el déficit en la técnica de los golpes de bandeja y pegada, en los que se requiere mayor velocidad y potencia que en el resto:
Pegada: Es importante que el movimiento sea balístico y acompañado de flexión de rodillas, extensión de columna y flexión de todo el miembro superior (brazo, codo y muñeca) para finalizar en extensión de rodillas, flexión de la columna y extensión del miembro superior. Sólo así se generaría toda la fuerza necesaria.
Si sólo usamos el hombro, esa fuerza necesaria la tendrá que realizar únicamente el manguito de los rotadores, que además tendrá que frenar la inercia que lleva el brazo posteriormente al golpe, mediante una contracción excéntrica (que será más fuerte cuanto más fuerza lleve el hombro), pudiendo provocar una excesiva tensión en el mismo y, por tanto, producir una lesión.
Bandeja: Se debe tener en cuenta la colocación y sincronización de la columna respecto del miembro superior, que es el que realmente realiza el movimiento. No obstante, también se requiere de fuerza para frenar la inercia que lleva el brazo al final de la bandeja, a través de los rotadores externos.
LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN
 Para prevenir la tendinitis en el manguito de los rotadores se aconseja:
 - Dominiar la técnica de la bandeja y pegada.
- Realizar un trabajo de equilibrio en la tonificación de la musculatura rotadora externa respecto de la interna.
- Hacer un precalentamiento antes de jugar, así como estiramientos antes y después del mismo.
- Moderar las sesiones de entrenamiento y controlar la modificación progresiva del nivel de actividad.
- Tratar los síntomas tan pronto como aparezcan.
EL ESTIRAMIENTO ACONSEJADO
 1. De los rotadores internos y externos, de esa forma se evita sobrecarga y por tanto, descompensación en el tono de los mismos.
Internos:
              SUPRAESPINOSO                          INFRAESPINOSO                              REDONDO MENOR
Externo:
2. De la musculatura cervical, implicados en el hombro: trapecio y angular del omóplato.
3. De la musculatura dorsolumbar implicados también en el hombro: dorsal ancho.
4. De la musculatura escapular: romboides.
SI LA PERSONA YA ESTÁ LESIONADA…
Reducir o evitar la actividad desencadenante, incluso modificar ciertas actividades de su trabajo durante algún tiempo.
Ponerse en manos de un profesional (fisioterapeuta u osteópata) que le dirija y trate la evolución de sus síntomas, mediante la aplicación de terapia física analgésica y descontracturante en un principio, para posteriormente realizar estiramientos y trabajo de equilibrio de tonificación.
Trabajar la postura mediante estiramientos de la columna o pilates
Sesiones de entrenamiento moderadas con periodos de descanso adecuados. No olvidar estirar antes y después del entrenamiento y juego. Aplicar hielo después del mismo.
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