Semana ajetreada pero muy atractiva la que tengo por delante. Empiezo en Ibiza presenciando un par de jornadas del PPT junto a mi gran amigo y excampeón de España Óscar Not. El jueves me trasladaré a la Ciudad de la Raqueta en Madrid y veré a los menores en su Campeonato de España por parejas.
Hoy os explicaré lo que he hecho por Ibiza y como es un día de previa para los jugadores de fase final.
A medida que va transcurriendo la jornada van llegando a las instalaciones del club los participantes en la fase final. Es importante llegar el día anterior si es posible, para tomar contacto con el torneo. Un poquito de entreno para conocer las condiciones de las pistas y del clima y activar los músculos después del viaje. No hay dos pistas iguales, ni mucho menos dos combinaciones de pista-clima iguales. La humedad, altura de la ciudad, el viento y otros condicionantes meteorológicos más las cualidades de la pista como altura y otras propiedasdes del césped, las cualidades de rebote del cristal e incluso el entorno conforman una situación única a la que hay que adaptarse rápidamente. Pero la adaptación va más allá, es muy importante conocer y hacerse cuanto antes con el entorno; el club, gimnasio, duchas (muchos jugadores utilizarán la misma ducha durante todo el torneo), y el personal del torneo. En definitiva buscan jugar a gusto como lo harían en su club habitual.
Y qué hacen los jugadores el resto del tiempo? Pues bien sencillo, ver y comentar pádel. Es lo que más les gusta, ver y analizar partidos.
Tengo la gran suerte de conocer a casi todos los jugadores y muchos de ellos se han acercado a mi para escuchar mis batallitas y pedirme consejo sobre su juego o el de sus rivales. Chicos a los que conozco desde que se iniciaron en este deporte como Jake Benzal, Edu Bainad, Mati Marina, Dario Gauna, Miguel Ángel Jiménez y alguno más. Algún veterano y viejo amigo como Marcelo Jardim o Raúl Arias a los que no he dado consejos pero con los que hemos recordado viejas anécdotas en torneos de la edad de piedra, o de madera.
Y al término de la jornada como siempre pasa se han organizado los habituales grupos, siempre abiertos a cualquiera que quiera apuntarse, para ir a cenar. Seguro que los que siguen en competición se acostaron pronto, para el resto la noche en Ibiza habrá sido muy muy larga.
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