Si os tengo que ser sinceros nunca pensé que glosaría la figura de Sebastián Nerone. Pensaba que a estas alturas no tendría sentido hacerlo porque ya no sería una primera espada del pádel mundial. Pero él solito, con su constancia, su trabajo, una autoconfianza digna de enseñar a los más jóvenes, y porque no decirlo, de una sabia elección de compañero, se ha encargado de desmentir tal teoría.
Cuentan los más cercanos que es lo que podríamos decir un buen tipo. Esa es mi impresión también, aunque mi relación personal es cordial pero no hemos coincidido demasiado. Lo que no es una impresión sino una certeza es que Nerone es de los tipos más honrados que yo he visto en una pista de pádel. Es de aquellos jugadores que nunca defraudan al espectador, de los que justifican el pago de una entrada.
No es simplemente que lo dé todo en cada punto, que lo da, sino que es un ejemplo de profesionalidad. Si no lo fuera no mantendría a su edad esa magnífica condición física, una de las bases de su juego.
Pero os voy a dar los datos con que Nerone se ha ganado mi respeto. Seba pasó alrededor de dos años sin vencer a la mejor pareja de todos los tiempos: Belasteguín – Díaz. Eso para cualquiera sería decisivo; difícilmente se puede revertir esa estadística contra jugadores más jóvenes o de la misma quinta y que son los mejores de la historia. Pero él lo ha conseguido y esta temporada ya les ha vencido en dos ocasiones, y se ha convertido, junto a uno de los jugadores llamado a dominar el circuito en los próximos años, Sanyo Gutiérrez, en la bestia negra de los número 1.
Otro dato que pienso debería de ser conocido por todos los que piensan en dedicarse a esto. Hace un par de años Nerone y Cristian Gutiérrez rompieron su relación justo antes de la disputa del Masters. Diversas circunstancias llevaron a Nerone a tener que jugar enla derecha. Yo no lo había visto nunca. Y no solo jugó sino que dio un recital sin el mínimo gesto de disgusto por no jugar en su lado. Creo que perdió los tres partidos que disputó pero mereció ganar más de uno (yo presencié dos)
Y uno que se auto denomina estudioso de este deporte intenta buscar las razones de mi falta de ojo con este jugador. Este año me he fijado en él especialmente, y he encontrado algunas respuestas técnicas, físicas y mentales que justifican su posición en el ranking: las técnicas pasan, de entrada, como he mencionado anteriormente, en la elección de una buena pareja. Pero hay más, Nerone es un gran defensor, y un voleador aceptable que se convierte en buenísimo en el momento de aguantar los contraataques de los rivales. Además mantiene una variedad de remates destacable, quizás es el jugador con una gama más amplia hoy en día, con todavía una pegada de primer orden. Físicamente no hay más que verlo, está hecho un toro. Se adivina claramente que el trabajo realizado no es de la última etapa de su carrera, viene de lejos.
Pero es el aspecto mental el más destacable. Nerone es capaz de mantener la concentración en cada uno de los puntos de todos los partidos que disputa. Y no solo eso, además es un grandísimo compañero que apoya en todo momento a su pareja.
Como sabéis me gusta acabar los artículos dedicados a jugadores aportando, desde mi humilde condición de veterano en esto, alguna mejora que pudieran o hubieran podido acometer los jugadores radiografiados. En este caso es difícil porque Nerone ha alcanzado un nivel muy próximo a su potencial máximo y encima durante muchos años. Quizás yo le habría recomendado romper su relación de pareja padelística un poquito antes con Reca. Pienso que a pesar de que fueron pareja dos durante varios años, estaban estancados hacía tiempo. Y también le habría recomendado, aunque pienso que en los últimos tiempos lo ha hecho, mejorar la variedad de su juego, demasiado predecible en algunas etapas de su carrera.
Poco más que decir sobre Sebastián Nerone, simplemente que se lo miren bien los que se quieran dedicar al pádel profesionalmente, ya que es un ejemplo de cómo se debe de trabajar para triunfar.
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