En febrero de 2007 escribí para la FEP el articulo que os traigo hoy para una de sus publicaciones.
“EL JUEGO DEL FUTURO: EL ATAQUE”
“Empecé a jugar al pádel allá por el año 1986. En esa época las palas, delgadas y de madera, no permitían otro juego que no fuera el defensivo. El juego consistía en devolver una pelota más que el rival y los golpes ganadores eran escasos.
Los primeros contactos con jugadores argentinos, que tenían un nivel superior, nos reafirmaron en nuestra creencia de cual era la filosofía del juego. Aun así, el pádel español era más agresivo que el argentino pero sus resultados peores. Yo siempre pensé que eso se debía únicamente a la falta de entreno.
A partir del año 92, con el primer mundial disputado en España, todo empieza a cambiar. La nueva tecnología de palas con la incorporación de la goma, y la aparición progresiva de jugadores con mayor potencial físico hacen que el pádel se convierta poco a poco en un juego más rápido y agresivo. Por lo tanto, la evolución hacia un juego donde se impongan los golpes propios y no solo se espere el error del rival ya empezó hace años.
En el punto en que nos encontramos el pádel profesional está dominado por unas pocas parejas con varios años de experiencia en el circuito. El juego que desarrollan es prácticamente el mismo que hace unos años y con eso siguen ganando. Pero hay una excepción, los actuales dominadores absolutos del circuito, Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín, son jugadores de gran talento y potencia física que ganan sus partidos porque imponen un ritmo superior al resto. Y me atrevo a aventurar que su nivel de entrenamiento no es todavía el de otros deportes similares como podría ser el tenis. Es decir, todavía hay margen de mejora. Nuevos talentos con cualidades similares o superiores, más y mejor entrenados, conseguirán imprimir todavía más ritmo al juego.
Pongamos de nuevo a Juan Martín Díaz como ejemplo. Es el jugador más decisivo del mundo y casualmente el que se coloca más cerca de la red en todo momento e incluso cuando defiende su nivel es inferior al de otros jugadores. Y no tiene por que ser una excepción. Otros jugadores podrán hacerlo mejor que él.
Provengo del mundo del tenis y he tenido la suerte de estar en contacto varios años con los mejores jugadores del mundo. La evolución que yo preveo para el pádel es parecida a la que vivió el tenis. De grandes campeones como Vilas o Wilander que disputaron la final más tediosa de Roland Garros allá por 1982, se ha pasado a un juego mucho más agresivo. Incluso hay jugadores de mucho nivel que basan su juego exclusivamente en el servicio y una gran derecha. Algunos de éllos no tienen ni los mínimos conocimientos de táctica porque no la necesitan. Un tenista de aquella época no resistiría la velocidad del tenis moderno.
Como resumen pienso que debemos encaminar nuestros esfuerzos en detectar jóvenes talentos bien dotados y preparados físicamente, y entrenarlos más que en la actualidad para que su pádel agresivo sea fiable. Pero todo esto solo será posible si los jugadores del futuro ven una rentabilidad económica y de prestigio en su esfuerzo.
Finalmente resaltar que otros aspectos del juego como la defensa, la estrategia, el juego en pareja y los aspectos psicológicos por citar alguno no deben olvidarse. El jugador del futuro también debe mejorar en todos ellos.”
Pues bien, más de 5 ańos después han llegado dos jugadores con muchas de las características mencionadas en ese artículo. Sanyo Gutiérrez y Paquito Navarro son los nuevos pistoleros del PPT, y a buen seguro abrirán el camino a otros.
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